Sólo en Venezuela existe la vitalidad para responder a la crisis de la salud con un proyecto creativo, útil para los músicos que lo integran y para numerosos fines de apoyo a las entidades que lo necesitan. Zeta habló con los iniciadores de la Fundación que se llama –en honor a la medicina”- “La Orden de la Pastilla”.
Por Aída Gutiérrez H. (@guti21)
Lo que comenzó como una simple reunión de músicos para tocar y disfrutar en las casas, se convirtió en una Fundación benéfica que ayuda, a través de sus conciertos y venta de sus discos, a recaudar fondos para hospitales o personas enfermas que lo necesitan. Hablamos de la Fundación “La Orden de la Pastilla” creada por el neumólogo José Octavio Isea Dubuc y el ingeniero de sonido Julio Méndez e integrada por un grupo de músicos pacientes del doctor.
Narra el doctor Isea: “A mi la música me gusta desde hace muchos años, cuando vivía en Boconó me regalaron una guitarra y empezamos a tocar, sin ninguna formación y sin ninguna escuela, simplemente tocar para pasarla bien con los amigos. Pasó el tiempo y yo empecé a ver en mi consulta a músicos enfermos que iban a verme porque tenían dolencia de medicina interna o pulmonar, y de alguna manera yo traté de hacer una reunión inicial de músicos para tocar en las casas y disfrutar…”
-Hicimos inicialmente –continua- un grupo que se llamaba “Los Conjurados” sin ninguna escuela, nos reuníamos, donde estaba Juan Evelio Santaella, Apurito, Joaquín Pirela, Nelson Navarro, entre otros, algunos ya eran músicos profesionales y tocábamos repertorios tropicales. En ese momento ya teníamos la idea. Habíamos tocado en la Centro Médico la Trinidad, luego tocamos en la Clínica Metropolitana, donde surgió un café concert y donde se retomó la idea de tocar y cantar.
-Hace 2 años y medios estuvo hospitalizado Julio Méndez , llegó con un herpes muy severo en la cara y lo hospitalicé, y cuando le pregunté sobre su profesión me dijo que era músico , ingeniero de sonido y que tenía un estudio, yo le dije a Julio “quiero que veas este grupo que se ha conformado”. Entonces un día que estuvimos en mi casa vino Julio y le gusto la idea y comenzamos a estructurar el grupo.
-Para ese tiempo ya se habían concretado algunos temas de nuestra autoría. Hicimos dos conciertos en Boconó, allí se hizo un Simposio Médico Musical, de día hacíamos el simposio médico y en la noche hacíamos la cuestión musical. En eso dos momentos que estuvimos en Boconó, hubo participación de los laboratorios que nos dieron aportes económicos para poder movilizar no solamente a los médicos, sino a los músicos también. Se hicieron dos simposios médicos con dos conciertos que fue bastante gente, en una oportunidad fueron 230 médicos de la región occidental.
Explica Isea que la Fundación tiene como objetivo llevar música a gente que lo necesita o por causas que lo ameriten. Por ejemplo, el año pasado hicieron un concierto a beneficio de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, más que a beneficio aclara el doctor, fue un tributo a esta Facultad.
-Recientemente hubo la acción vandálica en el del Instituto de Medicina Tropical (IMT) de la UCV, y se nos ocurrió hacer un homenaje en el BOD, a través de Milagros González, quien nos dio el auditorio sin ningún interés, se hizo en Mayo el concierto a beneficio del Instituto de Medicina Tropical y se pudo recoger algún dinero. Se donó dinero como ofrenda y algunos equipos. IMT y la UCV necesitan mucho de la solidaridad humana. Pensar que la Universidad nos ha dado tanto que de alguna manera hay que retribuirle…
-Hemos hecho conciertos en el Centro Médico Docente La Trinidad, en la Cruz Roja, en la Aula Magna, en el Club Puerto Azul, en Boconó y en el BOD. La idea es ayudar. Si por ejemplo hay una causa o alguna persona que lo necesite, o grupo de pacientes que lo necesiten, la Fundación les lleva la música, les canta para que de alguna manera, ayudarlos a aliviar las penas que llevan. Es un grupo muy bueno, porque está conformado por músicos excelente profesionales. Somos 11 personas, pacientes míos. Tenemos a Santaella que es un músico venezolano muy importante que tiene 80 años, se tuvo que ir para Barquisimeto porque no podía soportar aquí la situación de la falta de medicinas.
Destaca Isea que “hay músicos que están en situación de carencia económica, usted sabe como esta ahorita la situación de la gente. Los demás músicos están aquí en Caracas, todos son músicos excelentes, la idea es ayudar y ayudarnos también”.
“Vamos a grabar un disco”
Julio Méndez es el director del grupo, es músico profesional, también físico especializado en acústica e ingeniero de sonido, cuenta su historia:
“Hace 3 años me dio culebrilla, tenía una erupción terrible en cara y cuerpo, fui a la emergencia de la Clínica Metropolitana y me atendió el doctor Isea, y él estuvo muy interesado en lo que yo hacía es decir mi profesión de músico. José Octavio tenía un grupo de otros músicos amigos y pacientes, se reunían en su casa, que lo llamamos en el argot musical, a descargar. Después que yo paso la crisis, me invita a su casa, veo que tiene muy buen potencial y nos organizamos, y le digo vamos a grabar un disco. Y viendo las posibilidades que había con esto, nos enseriamos y le dimos carácter jurídico, hicimos una Fundación para ayudar a músicos y artistas enfermos que no tienen recursos para poder pagar un seguro”.
“Una cosa llevo a la otra, ya terminamos el primer Volumen 1. La idea de esta Fundación también es canalizar medicinas o asesorías, porque hay gente que termina un tratamiento y le sobran las medicinas, así que por favor hágalas llegar, que nosotros a través de los médicos amigos de la Fundación, la mandamos por ejemplo, al Hospital Universitario o para otro hospital que la necesite.”
-Hay músicos enfermos, nuestra mascota con sus 80 años Juan Evelio Santaella, tiene toda una historia en la música venezolana y tiene sus dolencias…Yo, por ejemplo, soy diabético y necesito medicinas, y también a los familiares de los músicos. Si no le damos una ayuda material se la damos a nivel de asesoría, que la gente pueda tratar su dolencia con los amigos médicos, que son amigos de los músicos.
El grupo lo integran de 10 a 11 músicos, pero en los conciertos pueden llegar a 16 porque suelen tener músicos invitados especiales. Ahora se encuentran en la producción de su segundo disco, Volumen II.
-El estilo es tropical –continua Méndez- todo lo que tiene que ver con la música del Caribe venezolana, no descartamos poner alguna cosa picante y ponemos de repente un merengue campesino para echar broma, por ejemplo yo compuse el tema “La Culebrilla”, que dice “me vieron brujos, me vieron rezanderos, me vieron médicos, me vieron en los hospitales y a la final me curaron con Miche y un palo de Ron…” (@guti21)
Fuente: Revista Zeta Nº2061 – 05-08-16
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