El economista Luis Mata Mollejas da su opinión experta sobre el decreto de Emergencia Económica y vaticina que la recuperación del país no es posible en esos términos, porque simplemente el gobierno no entiende de qué se trata la economía, y pone en lugares que deben ser ocupados por gente con conocimientos, a gente que no sabe.
Por Aída Gutiérrez H./ @guti21
En entrevista exclusiva con el economista Luis Mata Mollejas, conversamos sobre el decreto de Emergencia Económica el cual considera que agrava mucho más lo que hasta ahora venían haciendo; también habla del dinero, la inflación y de la empresa creada para los militares.
Mata Mollejas es Coordinador del Doctorado de Economía de la Universidad Central de Venezuela, profesor titular y ex presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.
-¿Qué opinión le merece el decreto de Emergencia Económica?
-Se suponía que el decreto de impulso a la economía indicaba un cambio, en el sentido de que por fin había entendido el gobierno, que la economía de un país progresa con inversión, con trabajo y no con ayuda al consumo, al que no trabaja, eso en primer lugar.
-En segundo lugar, se suponía que en esa corrección para que pudiera haber inversión, debían eliminarse las actividades especulativas que hacen que nadie invierta. Y tercero, se suponía que las inversiones las hace la sociedad civil y que el gobierno estimula este tipo de iniciativas, lo cual significa que exista una normativa de comportamiento acordada con la sociedad civil para que la dejen trabajar, para que haga lo que sabe hacer; por ejemplo los médicos dedicarse a lo que saben hacer que es la medicina; los ingenieros a construir lo que saben hacer; los banqueros deben saber dar los créditos cuando se les solicita, es lo normal de un país…
-Pero ¿qué es el decreto? –se pregunta y responde- el decreto lo que hace es que el gobierno subsume todas las actividades, lo que hace es agravar todo lo que venía haciendo, por lo cual la recuperación del país no es posible, porque simplemente el gobierno no entiende -y voy a ser suave- estoy diciendo que no entiende, que no sabe, que pone en lugares que deben ser ocupados por gente con conocimientos, a gente que no sabe, por ejemplo a los militares. Ellos no tienen por qué saber ninguna de las cosas que sabe la sociedad civil, porque ellos son especialistas en otra cosa, específicamente en el arte de la guerra, en matar.
-Deberían servir al país –prosigue Mata- por ejemplo para que los extranjeros no se metieran; lo que están haciendo -y soy suave- los están poniendo a servir a los invasores del país, por ejemplo a los chinos, a los cubanos, etc. Entrega recursos, para ellos mantenerse en el poder. Entonces lo que están haciendo es lo que no deberían hacer, que es poner por delante sus intereses egoístas particulares en contra de los intereses del país.
“Una daño terrible al medio ambiente”
Mata Mollejas se refiere a la empresa Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (Camimpeg) que prestará servicio a Pdvsa, creada por el gobierno en febrero, para los militares. Asegura que este es un “proyecto absolutamente concebido en los términos más primitivos”.
Continua el economista explicando lo primitivo de esta creación: “Allá en el Siglo XVI cuando mandaba Carlos V, cuando se consideraba que la riqueza del país no era el trabajo sino el oro, los metales, el Rey era dueño de las tierras y la sociedad no poseía nada, quienes tenían algo era porque el Rey se los donaba: ve y trabaja y me pagas el quinto real, o sea el 20%, y eso fue lo que se instituyó en el Siglo XVI, que fue recogido equivocadamente por Simón Bolívar cuando estaba por Bolivia, no sabían de ciencia ninguna, no sabían de economía.”
-Este señor en su decreto, apoyado en esas mismas costumbres, porque no creo que ni siquiera sepa las cosas que yo estoy diciendo, simplemente está buscando la manera de tomar rápidamente los reales que le puedan dar, para seguir utilizándolos en sus propósitos políticos. Y no se dan cuenta que van por el camino equivocado. Y nadie le va a prestar dinero para esas cosas…
-Lo peor es que, si tuviesen éxito eso produciría un daño terrible en el medio ambiente, porque la minería es lo contrario a la protección de los elementos que hacen que el agua caiga, no solo el daño económico sino que además sería un daño ambiental absoluto. Entonces el Guri y el Caroní estarían mucho más secos de lo que están, la solución no sería solo mala económicamente sino que es mala en un sentido más general.
-Por ejemplo, resulta totalmente insólito que en un decreto que se supone que va a aumentar la producción -estuve en Puerto Ordaz y me lo dijeron allá-, para poder darle luz a la ciudad, donde ni funciona los semáforos, le quitan la electricidad a Sidor que por supuesto, no puede fabricar ni un tornillo ni una cabilla para conseguir unos dolaritos exportando. Voy hacer suave otra vez: ellos hacen lo contrario de lo que se debería estar haciendo. Todo eso es una fantasía, es una mentira.
El dinero
Hablamos del alto costos de los alimentos, de la inflación y de la falta de producción. Al respecto, destaca que la inflación no es un fenómeno monetario. Se pregunta y responde: “¿Qué es lo más caro? Lo que no hay, lo que no se consigue…” “Una sociedad que produce, para poder intercambiar el trabajo del médico o del ingeniero o del agricultor, necesita el dinero.”
-El dinero es un medio de cambio, no es una causa real, la causa real que no se produzca es que usted lo impida, que usted impida por ejemplo al que siembre arroz impida que siembre, al que pesca impida que pesque.
Se pregunta el economista: “¿Qué significa cuando el gobierno dice que va a fijar un precio de ganancia? Eso es, por ejemplo, para quien siembra arroz le va a dar su precio justo. El precio justo es un concepto medieval que no tiene que ver con la economía. Cuando establecieron esos criterios, allá tiempo atrás Santo Tomas de Aquino y San Agustín y los santos de la Iglesia no hablaban de economía”.
-Toda esa parafernalia ideológica no sirve para discutir los problemas modernos, ¿cuál es el dinero hoy? –se pregunta- Usted va y compra con una tarjetita y eso queda registrado en alguna parte…
-La producción de dinero la hace quien necesita el dinero. El Banco Central de Venezuela (BCV) imprime unos billetes para que se cancelen las obligaciones de los unos con los otros; cuando no queda más remedio se cancela con dineros públicos, porque es obligatorio cancelarlo por ese medio.
-El Estado abusa cuando se presta a sí mismo, para emitir unos billetes el crédito se lo da el BCV, el crédito publico, y le paga una tasa que es muy superior a la que debería ser suficiente para invertir en un negocio, cuando hace eso, la equivocación no está en que se lo prestó, sino que está alterando el origen del dinero. La utilidad del dinero debe ser para invertir más, aun en las circunstancia que te dije, en los cuales el dinero está fabricado por la sociedad civil por las necesidades, cuando el Estado se mete en esa cosa, interrumpe esa función.
-¿Por qué funciona eso en los Estados Unidos? –se pregunta y responde- porque es el único país de la tierra, en el cual la economía funciona en base del sector privado, tienen suficientes alimentos y suficiente energía, petróleo y otros, para no tener que importar sino una pequeña diferencia. Cuando el gobierno le pide prestado al Banco Central es para hacer alguna inversión, prestárselo a los banqueros, que eso es lo que hace la política monetaria en los Estados Unidos. Cuando se le pide para las guerras, que es un elemento absolutamente destructivo sube la tasa de interés y la marcha de la economía norteamericana se vuelve un desastre, pero no termina siendo desastrosa porque produce unos bienes que se destruyen como si fuera el consumo, se destruyen maquinas muy costosas en la guerra.
-Entonces la diferencia es muy grande: entre un país que puede producir de todo con un gobierno que no impide que se produzca y un país donde el gobierno impide que se produzca.
-Cuando pone un general para que dirija la industria petrolera, a otro general para que vele por la salud, otro general para que vea la agricultura o la electricidad, resulta que no saben, y hay que decir en estos tiempos de cuaresma: “perdónalos Padre que no saben lo que hacen”, expresa Mata Mollejas. (@guti21)
Fuente: enpaiszeta.com
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