“No puedo seguir viendo a mis hijos morir de hambre”

Joan Alberto de 13 años murió de desnutrición, en el estado Portuguesa, la información se conoció por la diputada María Beatriz Martínez a través de las redes sociales. La parlamentaria dijo que el adolescente pesaba sólo 11 kilos.

Por Aída Gutiérrez H. / @guti21

“Goyito tenía un año cuando se murió de hambre, sólo pesaba 6 kilos. Lo podía alimentar una vez al día y a veces comía un día sí y un día no. Tenía diarrea, lo llevé al Hospital y allí no pudieron hacer nada, no había medicinas. Los médicos dijeron que tenía una desnutrición severa. Tuve que devolverme al rancho con mi niñito muy enfermo, esa misma noche se me murió. Yo he pasado hasta dos días sin comer para que mis hijos coman. A veces, lo que puedo comprar es sólo verduras y hago sopa. Mis otros niños se desmayaban en clase porque no comían, por eso ya no los mando para el colegio. Los más grandes se ponen a caminar por las calles a ver qué consiguen. El que tiene 4 años también está desnutrido y tiene un problema respiratorio, el doctor le recetó antibióticos, pero sino tengo plata para la comida menos para las medicinas”, expresa Flor María entre lágrimas. Confiesa que ha querido suicidarse: “me estoy volviendo loca con esta situación, no puedo seguir viendo a mis hijos morir de hambre”.  Le quedan  5 hijos en edad escolar, vive en un barrio de Petare, algunos días a la semana trabaja en una casa de familia,  ella es el único sustento del hogar.

Aunque no existen cifras oficiales, las muertes de niños desnutridos van en aumento desde el segundo trimestre del año. Según el pediatra Roberto Alarcón, “los casos de desnutrición están llegando diariamente a todos los hospitales del país. Estos niños ingresan con un sistema inmunológico muy deprimido y deshidratados, en muchos centros hospitalarios es poco lo que se puede hacer por ellos, por la falta de insumos”.

Aumenta la desnutrición infantil

El más reciente informe de la ONG  Cáritas de Venezuela, revela  un aumento de la desnutrición infantil en comunidades pobres del país, a raíz de la escasez de alimentos. Indica el estudio, que la proporción total de niños menores de cinco años, con “déficit nutricional en alguna de sus formas”, aumentó de 54% en abril a 68% en agosto pasado.

Cáritas también atribuye el aumento de la desnutrición a la fuerte inflación, que según el diputado José Guerra, la tasa de inflación de noviembre es de 56,7% y la acumulada en el año es de 1.369%. “Se proyecta entre 2.000% y 2.100% al cierre de 2017. Hiperinflacion con depresión económica”, dijo el economista por su cuenta Twitter.

Por su parte, el Ministerio de Salud no ha publicado estadísticas, y según sus datos en el país no hay niños desnutridos ni casos de infantes que mueren por tal motivo. Al respecto, el doctor Alarcón considera que “lo más grave es que el gobierno no reconoce la crisis humanitaria y por tanto no se implementan medidas  para combatir la mortandad infantil por desnutrición”.

La neuróloga infantil Josefina Ramírez, explica que cuando un niño tiene déficit nutricional y bajo aporte calórico por un tiempo prolongado, se afecta el desarrollo del cerebro y como consecuencia se producen trastornos en los procesos cognitivos es decir, tendrá problemas para el aprendizaje y en el  desarrolla de su inteligencia.

Muertes semanales

Según la nutricionista Susana Rafalli, semanalmente mueren entre 5 y 6 niños por desnutrición. La proyección es que 280.000 niños pueden morirse por desnutrición. “La desnutrición infantil grave ha llegado al 15% en el mes de agosto pasado, por lo que declaramos la emergencia humanitaria. Y el 33% de la población infantil ya presenta retardo en el crecimiento. Este daño tanto físico como mental les acompañará toda su vida, es irreversible ya. Están condenados a ser retardados”.

Este miércoles, murió por desnutrición Joan Alberto  de 13 años, en el estado Portuguesa, la información se conoció por la diputada María Beatriz Martínez a través de las redes sociales. La parlamentaria dijo que el adolescente pesaba sólo 11 kilos.

Por otra parte, en lo que va de año, han fallecido 42 niños en el Hospital Doctor Raúl Leoni de Bolívar por problemas de desnutrición que no pudieron ser tratados a tiempo.

De acuerdo con las cifras de Emergencia Pediátrica del Hospital Central de San Cristóbal, en el mes de noviembre han fallecido por desnutrición, cuatro niños menores de dos años, quienes también presentaron infecciones respiratorias y diarrea.

Voceros de la Sociedad de Pediatría y Puericultura, capítulo Táchira, informaron que en dicho  Hospital murieron en septiembre, tres niños por desnutrición. Denuncian que registraron un caso de pelagra en una niña de nueve meses de edad. La FAO advierte que la pelagra se produce por la desnutrición calórico-proteica y la piel se asemeja a una dermis con fuertes quemaduras.

Según los especialistas, Venezuela está a las puertas de una hambruna y por tanto de una catástrofe social de magnitudes inimaginables, por lo que se debería de inmediato, encender las alarmas para evitar más muertes de niños en el país. (@guti21)

 Fuente: El Nuevo País 10 de diciembre. 

Faltan medicamentos contra la malaria

La OMS reconoce la crisis humanitaria en Venezuela y alerta sobre  el grave riesgo para la salud de la población. De acuerdo a esta organización mundial, el país está en emergencia sanitaria por el paludismo, al igual que Nigeria, Sudán y Yemen.

 Por AÍDA GUTIÉRREZ H. / @guti21

La OMS está apoyando respuestas de emergencia al paludismo en Nigeria, Sudán del Sur, Venezuela y Yemen, donde las crisis humanitarias en curso plantean serios riesgos para la salud”, se lee en el Informe Mundial sobre el Paludismo 2017  de la Organización Mundial de la Salud.

Pedro Alonso, director del Programa de Malaria de la OMS presentó en Nueva Delhi dicho informe, dijo a EFE que “hay un país muy claro en el que por desgracia hemos visto un aumento muy, muy, muy notable del número de casos de Malaria, que es Venezuela, por razones que todo el mundo entenderá y que no tienen nada que ver ni con los insecticidas ni con los fármacos».

De acuerdo al informe, Venezuela y Colombia registraron en 2016 aumentos muy significativos de los enfermos de malaria en relación al año previo por razones internas pero diferentes, en el primer caso debido a la crisis en el país y en el segundo por el acceso a nuevas zonas gracias al proceso de paz.

Indica la evaluación anual, que en Venezuela los casos de paludismo pasaron de 171.200 en 2015 a 300.900 el pasado año. Y Colombia, pasó de 74.100 enfermos en 2015 a casi el doble, 134.000, en 2016.

En la región de América de la OMS, que incluye Latinoamérica, el Caribe, Estados Unidos y Canadá, el número de casos de malaria en 2016 aumentó en un 22 % en relación con el año anterior, al pasar de 684.000 casos en 2015 a 875.000 el pasado año. También aumentó el número de muertes a 700 , significan 300 más que el año anterior.

Además de Colombia y Venezuela, también Nicaragua registró un fuerte aumento de pacientes, con 12.460 en 2016 frente a los 5.000 del periodo anterior, y Ecuador, que tuvo 1.200 enfermos de paludismo, el doble que un año antes.

Venezuela supera a Brasil

El informe indica que en Venezuela, entre 2015 y 2016 los casos notificados aumentaron en 76%, según el documento esta cifra supera a Brasil como el mayor contribuyente a la carga de la malaria en las Américas, y los casos informados en 2016 fueron los más altos en la historia del país.

Señala el informe que Venezuela, en comparación con Nicaragua, Perú y Colombia donde la malaria va en franco ascenso, agrupa 83% de los afectados, pero en toda la región el país concentra 34,4%, la mayor cantidad de casos reportados.

Detalla el informe que «a pesar de los aumentos en algunos países, la transmisión está concentrada; en particular en Chocó, en Colombia; Loreto, en Perú, y Bolívar, en Venezuela. De forma similar, casi 45% de los casos en Brasil vienen de 15 municipios en Acre y Amazonas».

El documento asegura que hay un estancamiento en los presupuestos dedicados a la prevención de la malaria en América, donde hay una población de casi 127 millones en riesgo de contraer la enfermedad y se han invertido apenas 167 millones de dólares  para combatirla en 2016.

La cifra significa una caída del 13 % con respecto a 2010, cuando la financiación contra el paludismo ascendió a más de 192 millones de dólares  en el Continente Americano.

En relación a Venezuela, el presupuesto destinado a la prevención de la malaria, según el informe de la OMS tuvo una caída del 78%. “La República Bolivariana de Venezuela no está actualmente elegible para el financiamiento del Fondo Mundial y eso hace que no reciba fondos de otras fuentes externas. Desde 2010, el gasto del gobierno en malaria ha variado; alcanzó casi 10 millones de dólares en 2015, pero en 2016 se redujo a aproximadamente un quinto de esta cantidad (2,2 millones de dólares), a pesar de que la malaria casi se ha duplicado durante ese tiempo”.

El informe reconoce la grave situación de escasez de medicamentos en Venezuela: “Aunque el tratamiento de la malaria es gratis en el sector público de salud, la disponibilidad de medicamentos antipalúdicos es reducida”.

Por su parte, el Fondo Mundial de la Malaria también alertó sobre la situación en Venezuela, y se mostró preocupado por el incremento del número de casos.

El director de Relaciones Externas del Fondo Mundial, Christoph Benn, dijo que solía ser un país de renta alta, «pero ahora está experimentando problemas políticos y de salud».

Destacó, que “está claro que las autoridades de Venezuela no han invertido lo suficiente en salud pública”.

La realidad venezolana

La ausencia de los medicamentos, la falta de prevención  y el diagnóstico tardío, ha pintado un panorama oscuro en el país, haciendo crecer el número de casos y un pronóstico fatal para los pacientes. Según los especialistas venezolanos, en los hospitales del país faltan al menos cinco medicinas esenciales para combatir la enfermedad.

Desde hace 3 meses se reporta ausencia de medicinas, especialmente en  Bolívar y también, en los estados Sucre, Monagas, Delta Amacuro y Anzoátegui, donde se han reportado casos de pacientes que han fallecido sin recibir medicamentos.

La Asamblea Nacional decretó la emergencia sanitaria en Bolívar por la crisis de salud debido a la malaria, entre otras enfermedades que azotan a ese estado. Dice el informe de la AN que, entre enero y octubre de 2017 se registraron 206.240 casos  en esa entidad. «El Estado venezolano no ha implementado las políticas adecuadas para la prevención, detección y cura del paludismo».

«La Organización Panamericana de la Salud ha alertado sobre el aumento de la malaria en América, pero el caso más grave es el de Venezuela, que junto con Haití fue el único país donde aumentó el número de afectados entre 2000 y 2015», expresó José Manuel Olivares, presidente de la Comisión de Salud de la AN.

Por su parte, la infectóloga Ana Carvajal explica que esta crisis se debe al «descontrol, la desinformación, la improvisación en los programas de control de la malaria y de inmunizaciones; y a su vez, la falta de preparación del personal médico para realizar un diagnóstico».

Advierte Carvajal que “mientras más demoras en colocar el tratamiento, el pronóstico del paciente es peor”. Destaca la importancia del diagnóstico de la enfermedad y del tratamiento de manera inmediata, para disminuir los índices de mortalidad. Recomienda el uso de camisas mangas largas, pantalones, mosquiteros y el uso de repelentes.

Más paludismo para el futuro

Según el informe mundial de la OMS, tras un periodo de éxitos sin precedentes en la lucha mundial contra el paludismo, los avances se estancan. En 2016 hubo 216 millones de casos de paludismo en 91 países, un aumento de aproximadamente 5 millones con respecto a 2015. Las muertes fueron 445.000, cifra similar a la del año anterior. “Si no se toman medidas urgentes ya mismo, no se alcanzarán las metas mundiales en materia de paludismo para 2020 y los años siguientes”, advirtió el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. (@guti21)

FUENTE: Revista Zeta N°2.127  / 1/12/2017

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