En exclusiva, el pronunciamiento hecho por diez miembros e invitados de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, sobre la real situación y los remedios de la economía venezolana. Son las más autorizadas voces nacionales, reunidas alrededor del lecho del enfermo: la economía venezolana.
El Palacio de la Academias en el Centro de Caracas.
Por AÍDA GUTIÉRREZ H. (@guti21)
La Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE) emitió un pronunciamiento público sobre la situación económica del país, para lo cual, reunió, el miércoles 26, a académicos y a invitados especiales en el Coloquio “Alberto Adriani”.
Diez fueron las ponencias expuestas con los diferentes aspectos de la realidad económica venezolana, dentro del marco político-ideológico en el que el país se ha ido adentrando, desde hace 14 años, denominado socialismo del siglo XXI. Todas evalúan sus consecuencias en distintas dimensiones.
Al respecto, Luis Mata Mollejas, presidente de la ANCE, explica la naturaleza del pronunciamiento: “La Academia se ha propuesto: Primero, dilucidar los asuntos relativos a la crisis de confiablidad en la moneda nacional, evidenciada en los procesos de devaluación e inflación y en las circunstancias socio-económicas que los acompañan: deterioro relativo del ingreso y del nivel de empleo, aumento de la inseguridad pública y migración de los jóvenes con educación superior hacia otros países. Y segundo, hacer llegar a la Nación nuestra explicación y propuestas de cambio en las políticas económicas, como forma de iniciar un dialogo con todos los estamentos sociales para explorar vías de entendimiento y acuerdos que permitan al Estado y al sector privado minimizar las tensiones políticas y las dolencias socio-económicas más sensibles”.
A continuación presentamos en exclusiva, las síntesis de las ponencias:
“El mundo y Venezuela: cambios imaginarios”- Dr Luis Mata Mollejas, presidente de la ANCE.
Luis Mata Mollejas abre el coloquio en el Palacio de Las Academias.
Expresa el académico que “la política seguida desde las décadas finales del siglo XX (trabajar poco y consumir mucho), acentuada al inicio del siglo XXI por el despilfarro de las divisas provenientes de petróleo y la cuasi destrucción del aparato productivo interno por la opción ideológica tomada por el Estado en 1999, convirtió la opción de crecimiento de la producción en inflación sostenida, sub empleo crónico, insolvencia financiera, desilusión política y violencia social, al centrarse el financiamiento fiscal sobre la imposición indirecta, complementado con endeudamiento creciente; con la lógica consecuencia de hacer escazas las divisas, acentuar el rechazo de la moneda nacional como reserva de valor, encarecer las operaciones crediticias y limitar las destinadas al incremento de la inversión reproductiva. Circunstancias que se constituyen en círculo vicioso al observar que el Fisco trata de re animar la economía con gasto básicamente corriente, cuyo efecto se disipa en importaciones de todo tipo al considerar la destrucción del aparato productivo nacional”.
Recomienda el experto: “Primero, el facilitar una sinceración del tipo de cambio para frenar las importaciones y reanimar la producción y el empleo interno, al tiempo que desestimula la especulación cambiaria. Segundo, acentuando el gasto publico reproductivo en lugar del corriente y eliminando el déficit financiado con la banca privada nacional y extranjera que encarece la opción de inversión reproductiva del sector privado; y tercero, reorientando la participación en el proceso de integración económica latino americana al considerar prioritarios los países cuyas características socio económicas permitan aprovechar las posibilidades venezolanas de exportación distintas del petróleo”.
“La contabilización del petróleo y la política económica en Venezuela”- Dr Asdrúbal Baptista, Miembro de la ANCE.
Asdrubal Baptista
Baptista precisa que la cuestión petrolera es el centro de la vida de Venezuela. Sin embargo, explica que “dada la naturaleza del provento que recibe el Estado venezolano del mercado mundial por su condición de propietario del recurso petrolero, hay, pues una pregunta qué responder y que, sin duda, es previa a otras tantas. ¿A cuánto monta ese provento propio, dado el tamaño relativo de lo que es capaz de producir la sociedad civil venezolana?”
“(…) esta es una materia cargada de complejidades conceptuales y, por ende, de dificultades estadísticas. Aquí se la aborda de una manera muy amplia para facilitar su discusión: 1-Se la aborda a la luz del sistema universal de contabilidad social, poniendo de relieve la incapacidad de este último para dar cabida a una pregunta que pareciera ser un extremo localismo. 2-Puesto que se hará muy claro que no se trata de localismo alguno, se coloca todo el asunto en una perspectiva histórico-conceptual que produce resultados iluminantes. 3-Estos resultados se llevan al terreno de la práctica estadística, dando pie a dos caminos empíricos, cada uno de los cuales admite variantes y condicionamientos. 4- La indagación empírica, que usa por lo dicho diversas vías, concluye en resultados muy análogos entre sí que dan aparente fortaleza al trabajo en escrutinio”.
“Política y gestión fiscal en Venezuela” – Dr Luis Zambrano Seguin, Miembro de la ANCE
Luis Zambrano
“Una característica estructural notable y dominante de las finanzas públicas venezolanas ha sido la alta volatilidad exhibida por los ingresos fiscales ordinarios. Esta volatilidad se transmite a los gastos, dada la ausencia de mecanismos amortiguadores, lo que genera un ambiente de inestabilidad e incertidumbre que incide negativamente sobre el crecimiento económico y el bienestar”.
Para Zambrano, las fuentes de financiamiento fiscal de origen externo, tanto tributarias como no tributarias, han ido perdiendo significación. “La consecuencia ha sido un incremento en la presión tributaria interna, explícita e implícita, sobre una economía privada cada vez más endeble y dependiente del gasto público para funcionar. Esta mayor presión tributaria ha resultado no sólo de una ampliación de la base de tributación y de la mayor eficiencia en los órganos de recaudación impositiva, sino de la creciente recaudación vinculada al impuesto inflacionario”.
“ La combinación de un rígido control de cambios, endeudamiento interno creciente, pérdida de autonomía en la gestión de la política monetaria, junto con macro-devaluaciones periódicas generan las condiciones y estimulan al gobierno a la utilización de la emisión monetaria sin respaldo y el impuesto inflación que suele acompañarla. El impuesto inflacionario tiene importantes efectos negativos sobre la eficiencia del sistema económico y sobre la distribución del ingreso, al incidir especialmente sobre los sectores menos favorecidos. La generación de este impuesto está asociado, en Venezuela, a la gestión de la política monetaria, la manipulación de la tasa de cambio y la manera como se genera el financiamiento interno del gasto fiscal.”
“Los Tsunamis Cambiarios” – Dr Pedro A. Palma, Miembro de la ANCE.
Pedro Palma
“Si bien los voceros gubernamentales insisten en mantener sin mayores alteraciones el control de cambios vigente y la política económica orientada a la implantación del socialismo del siglo XXI, sobran las razones para concluir acerca de la inviabilidad de esos objetivos. De allí que sea válido preguntarse, qué debería hacerse para evitar la materialización de un nuevo tsunami cambiario. En ese sentido hay una serie de recomendaciones. Un primer grupo de medidas tiene que estar orientado a corregir el trabamiento cambiario existente. Para ello es necesario mejorar el flujo de caja de Pdvsa con el fin de posibilitar una mayor y más fluida venta de dólares de esa institución al BCV, para lo cual es necesario eliminar las transferencias que hace al Fonden y a otros fondos destinados al financiamiento de gasto público, reducir sus cuentas por cobrar, y minimizar el suministro financiado y subsidiado de petróleo a terceros países”.
“También hay que eliminar la transferencia de reservas internacionales del BCV al Fonden, y poner en práctica mecanismos más dinámicos y fluidos de provisión de divisas por parte del instituto emisor. Se requiere sincerar y dinamizar el precio de las divisas asignadas por Cadivi, substituyendo el sistema de tipo de cambio fijo oficial por uno variable que busque como objetivo que la evolución del precio de la divisa esté en línea con la dinámica del tipo de cambio efectivo real.”
Considera Palma la necesidad de legalizar el mercado paralelo y hacer que el BCV participe activamente en él. “Con estas medidas se debe buscar cerrar la brecha entre los tipos de cambio libre y oficiales, eliminar la sobrevaluación existente y sincerar el precio de la divisa. También es necesario ponerse al día en la entrega a productores e importadores de las divisas preferenciales aprobadas pero no liquidadas, contribuyendo esto a solventar el grave problema de escasez de productos”.
«Banca central y sus políticas en la Venezuela del S.XXI» – Dra. Sary Levy, Ex Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, UCV. Economista invitada.
Sary Levy
En principio la economista habla sobre el proyecto político liderado por el fallecido Hugo Chávez y en este sentido, explica las 4 etapas: fase implantación (1998-2002), fase ampliación (2003-2006), fase profundización (2007-2013) y fase comunal (2013-2019).
Refiere los períodos de la política monetaria ejecutada por el Banco Central de Venezuela, entre ellos mencionamos: el “Período 2007-2012: El BCV profundiza las políticas de acompañamiento fiscal y de intervención en la actividad económica, entre otros a partir de la manipulación de tasas y destinos de las carteras de crédito. Destaca otra Reforma Parcial a la Ley del BCV donde el concepto de autonomía institucional pierde sentido, así como el cambio en la política de reservas internacionales. En cuanto a la política cambiaria, la misma permanece inalterada”.
“El proceso de debilitamiento de la estabilidad del país encuentra su eje explicativo en el rol del Estado en la distribución de la renta petrolera, con un financiamiento de los recurrentes déficits fiscales con recursos de PDVSA y la imposibilidad fáctica -por falta de compromiso político- de fondos de estabilización, ahorro o inversión intergeneracional.”
Considera Levy que las acciones del BCV bajo el socialismo del siglo XXI ha adelantado esquema de política que contrastan con las lecciones aprendidas por las entidades de emisión central de las diversas naciones del mundo. “Lo anterior exige una revisión profunda del direccionamiento de las políticas nacionales, con miras a recuperar la capacidad y la estabilidad macroeconómica nacional que permitan alcanzar un desarrollo armónico e integral para la sociedad venezolana”.
«El gasto social o clientelismo político» – Dr. Ángel García Banchs. Economista invitado.
Ángel García Banchs
El economista precisa que en Venezuela, para el período 1999 a 2012, el gasto social ha constituido, más que una inversión, un gasto político. “Por un lado, las misiones y programas sociales (indiscutiblemente, con sus excepciones), estarían estratégicamente diseñadas con el propósito de alcanzar objetivos políticos privados a corto plazo, y no objetivos sociales y económicos de mediano y largo plazo; y, por el otro, tiene que ver con el hecho de que, tales programas habrían sido financiados en base al reparto de la renta externa petrolera, y el endeudamiento de la República y la estatal petrolera, Pdvsa, en lugar de impuestos, o ingresos menos volátiles y sostenibles provenientes del esfuerzo y la producción”.
“Finalmente, en el trabajo aprovechamos para acuñar nuestro concepto de petropopulismo: el petropopulismo es una forma de hacer política caracterizada por fomentar, mantener, y exacerbar la dependencia del ciudadano de la renta externa petrolera en sustitución a su esfuerzo productivo, el cual no puede desarrollarse plenamente debido al interés político por sostener el desempleo y subempleo como base político-clientelar. El rentismo, pero, ante todo, el petropopulismo determina la relación entre Estado y ciudadano, haciendo al último dependiente del primero y no al revés”.
«Situación del empleo y su remuneración» – Dr. Eduardo Ortiz . Miembro de ANCE.
El académico sentencia que “los reiterados decretos de inamovilidad laboral, reforzados por la nueva Ley del Trabajo que ha hecho menos flexibles las condiciones de contratación, han fomentado el ausentismo, y han propiciado un descenso en eficiencia, responsabilidad y ritmo de trabajo”.
“A pesar de la cadena de expropiaciones del Gobierno, la ocupación en el sector público es solo un 20,3 % del total. Tal cifra parecería indicar que la mayor parte de los terrenos, inmuebles y empresas intervenidos han contribuido poco o nada al incremento de la producción y del trabajo, pues en el primer semestre del 2000 la ocupación en el sector público fue ligeramente menor que hoy (15,6 %)”.
“Desde hace años el empleo informal ha supuesto casi la mitad del total. Concretamente, en 2012 fue del 42,1 %.(…)” Asegura que “las políticas del gobierno están incrementando cada vez más el peso de las importaciones. De esa manera se fomenta el trabajo y la producción extranjera en perjuicio de la nacional”.
“El 10 % más rico de la población obtiene un ingreso 33 veces mayor que el 10 % más pobre. En el 2000 esta relación fue de 20 veces. El 10 % más rico acumula la tercera parte del ingreso nacional, y el 20 % más rico casi la mitad. Al final de 2012, el 25,4 % de los habitantes de Venezuela se podían catalogar como pobres (no pueden alcanzar la canasta básica), y el 7,1 % se encontraban en pobreza extrema (ni siquiera podía adquirir la canasta alimentaria).”
“Si en vez de medir la pobreza por el ingreso consideramos las necesidades básicas insatisfechas, las cifras para el 2011 (últimas publicadas) son las siguientes: el 0,93 % de niños entre 7 y 12 años no asistía a la escuela; 13,7 % de los hogares vivía en hacinamiento crítico; 5,8 % se alojaba en viviendas inadecuadas; 9,7 % carecía de los servicios básicos; el 3,5 % de los hogares estaba sometido a una alta dependencia económica (más de tres personas dependientes de un trabajador)”.
“Crisis agroalimentaria, inflación y escasez” – Oscar Meza, economista (doctorante del Doctorado de Economía de la UCV acompañado por Luis Mata Mollejas)
Oscar Meza
Aparte de los programas sociales del gobierno Meza menciona que “una buena parte del ingreso se ha ido a la corrupción, al despilfarro y al exterior, mediante donaciones, regalos y ahorro particular, ocasionando una disminución importante de las reservas internacionales operativas, indispensables para hacerle frente a los compromisos de pagos internacionales. En particular, la cancelación de las importaciones de alimentos y bienes indispensables para la subsistencia, de las que hoy es más dependiente el país, generando una reducción estructural de la oferta nacional, el repunte de la inflación y el incremento de los niveles de escasez, como lo señalan los propios reportes e indicadores oficiales: una tasa de inflación anualizada de 29,4%; acumulada, de 12,5%; mensual, de 4,3% y de los alimentos en 6,4% para el mes de abril del presente año. La tasa anualizada de los alimentos en el caso del Área Metropolitana de Caracas es 38,4%, mientras el nivel de escasez reportado por el BCV para el mes de abril es de 21,3%.”
Entre las políticas recomendadas, el economista destaca las experiencias latinoamericanas como “el Programa Hambre Cero ejecutado en Brasil desde 2003, por su impacto en la superación de la pobreza, del hambre y de la inseguridad alimentaria. Actualmente constituye una referencia para otros países por su capacidad para lograr la ejecución eficiente de políticas públicas, mediante el acuerdo de diversos sectores de la sociedad y un marco legal e institucional adecuado para lograr la seguridad alimentaria, fomentar el desarrollo rural y disminuir la pobreza. Las estrategias incluyen políticas estructurales y asistenciales”.
“Venezuela y sus contradicciones frente a la integración regional” – Dr Félix G. Arellano. Diplomático invitado.
Félix Arellano
Arellano reflexiona sobre las contradicciones que se presentan en la participación de Venezuela en los esquemas de integración económica, particularmente frente a la Comunidad Andina y en los actuales momentos con su incorporación como miembro pleno en el Mercosur.
Considera que entre las contradicciones de Venezuela, ha existido un abundante discurso político, radical, marcadamente ideológico, que ha caracterizado al gobierno bolivariano en materia de integración (…); “empero, en la práctica se aprecia una deficiente aplicación de los compromisos adquiridos y poca comprensión o aceptación del tema, tanto por parte de los órganos que toman decisiones, como de la sociedad en su conjunto”.
“La situación se presenta más compleja con la incorporación de Venezuela como miembro pleno del Mercosur, pues en principio pareciera que existen afinidades en el plano político ideológico con los países miembros, pero al profundizar en el tema se encuentras serias contradicciones entre la orientación radical de la acción externa del gobierno bolivariano de Venezuela y la actuación de Mercosur en el contexto internacional. Luego, en el plano económico las contradicciones se hacen más profundas, pues Mercosur es un bloque económico de carácter liberal y el proceso bolivariano sataniza el mercado y el libre comercio”. (@guti21)
Fuente: Revista Zeta Nº1908 – 28-06-13
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